El próximo 1 de julio, millones de mexicanos
acudirán a las urnas para decidir quién será el próximo presidente de su país.
Pero en los comicios hay mucho más en juego. DW presenta los principales datos
de la elección.
Las elecciones del 1 de julio de 2018 en México
repercutirán a varios niveles en el panorama político del país. Se elegirá un
nuevo presidente de la República (la Constitución mexicana no admite la
reelección), pero no será el único cargo a definir. También se renovará
el Poder Legislativo federal: 128 senadores (64 de mayoría relativa, 32 de
primera minoría y 32 de representación proporcional*, también conocidos como
plurinominales o "pluris") y 500 diputados federales (300 de mayoría
relativa y 200 de representación proporcional).
Además, en algunas entidades se elegirá a
representantes estatales y locales como gobernador, alcaldes y otros
funcionarios. En la Ciudad de México, antiguo Distrito Federal, los ciudadanos
decidirán quién ocupa la Jefatura de Gobierno, considerada el segundo puesto
político de mayor importancia en el país.
En total, el 1 de julio de 2018 se disputarán en las elecciones
mexicanas más de 3.400 cargos públicos a nivel local, estatal y federal.
Elecciones
sin balotaje
El Instituto Nacional Electoral (INE, antes llamado Instituto Federal
Electoral) es el máximo rector de los comicios a nivel nacional. Entre otras
cosas, el organismo se encarga de otorgar registro a los diferentes partidos
políticos que cumplan con los requisitos contemplados en las leyes electorales.
Para las elecciones de presidente, senadores, diputados
federales y, en su caso, gobernador, diputados locales o miembros del
ayuntamiento, el INE tiene registrados a nueve partidos: Partido Acción
Nacional (PAN), Partido
Revolucionario Institucional (PRI), Partido de la
Revolución Democrática (PRD), Partido del Trabajo (PT), Partido Verde Ecologista de México (PVEM),Movimiento Ciudadano, Nueva Alianza, Movimiento de
Regeneración Nacional (Morena) yPartido
Encuentro Social (PES).
Las leyes electorales en México no contemplan la realización de
una segunda vuelta o balotaje. Por eso, los esfuerzos de partidos y candidatos
se concentran principalmente en tratar de ganar los comicios presidenciales. En
las elecciones presidenciales de 2006 y 2012, ninguno de los candidatos llegó
al 40 por ciento de los votos totales. Algunos analistas prevén que en 2018, el
ganador de la presidencia podría obtener menos del 30 por ciento del total.
Partidos y
alianzas
La anterior constelación ha llevado a partidos y candidatos a
reformar el panorama político-electoral de México. Se buscan alianzas a fin de
acumular el mayor número de votos entre los partidos socios.
En esto no hay nada nuevo, en principio. En 2012, PRI y PVEM
postularon de manera común al actual presidente, Enrique Peña Nieto, con lo
cual obtuvieron poco más de 38 por ciento de los votos.
Por su parte, Andrés Manuel López Obrador fue postulado en 2012
por la llamada Coalición Movimiento Progresista, integrada por PRD, PT y
Movimiento Ciudadano, alianza que logró casi 32 por ciento de la votación.
En 2018, sin embargo, se han producido acercamientos que antes
hubieran sido impensables. El conservador PAN, por ejemplo, se alió con el
socialdemócrata PRD y Movimiento Ciudadano para postular como precandidato
común a Ricardo Anaya en el llamado Frente Ciudadano (hoy 'Por México al
Frente'). Anaya incluso fue captado en imágenes vistiendo los colores amarillos
del PRD en vez de los azules del PAN, algo inédito.
Otro ejemplo muy debatido en México fue la renuncia de la
senadora Gabriela Cuevas al PAN, partido con el cual ascendió desde la Asamblea
Legislativa del DF, para integrarse al enemigo ideológico del panismo: el
partido Morena de López Obrador.
En algunos estados también se elegirá gobernador y otros cargos
locales
Los
candidatos
En todo caso, el Frente Ciudadano debe decidir aún entre postular
a Anaya o al actual Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel
Mancera, del PRD, quien ha venido construyendo desde hace años su candidatura.
En dicha coalición, a PAN y PRD se incorporará Movimiento Ciudadano.
Por parte del PRI, hay un rostro claro: el de José Antonio Meade
Kuribreña, antiguo ministro de Hacienda, Desarrollo Social y Relaciones
Exteriores. La suya es una precandidatura "externa" dado que Meade no
es militante activo del PRI que, según todo indica, irá a los comicios en coalición
con el PVEM y Nueva Alianza.
El otro gran actor político de estas elecciones es Andrés Manuel
López Obrador, quien ya fue candidato por el PRD en los comicios de 2006 y
2012. Luego de los primeros, se negó a reconocer los resultados, calificó como
"espurio" al gobierno de Felipe Calderón e instaló un llamado
"gobierno legítimo".
Esta vez, López Obrador se presentará como única figura fuerte
de su partido, Morena, para las elecciones presidenciales. En la lucha por los
votos, Morena hace coalición con el PT y con el PES, controvertido por oponerse
al matrimonio homosexual y al aborto.
Además de éstos, hay otros candidatos que pugnan por llegar a la
presidencia al margen de los partidos políticos. Son los llamados
"independientes", algunos de los cuales, en realidad, no lo son
tanto. Por ejemplo, Margarita Zavala, de larga militancia en el PAN, se declaró
candidata independiente luego de que Anaya se le impusiera en el partido
conservador.
De modo similar, Armando Ríos Piter formó parte del PRD hasta
febrero del año pasado y desde entonces se presenta como independiente.
En cambio, Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón, apodado "El
Bronco", sí llegó a la gubernatura de Nuevo León como ajeno a cualquier
partido político, y así se presenta como aspirante a la presidencia.
Hay casi 50 personas que aspiran a formalizar su candidatura
independiente, pero hasta el momento solo Rodríguez, Zavala y Ríos Piter (en
ese orden) logran superar el millón de firmas de apoyo.
Hasta el mes de enero, prácticamente todas las encuestas indican
que López Obrador lleva una ventaja que va de 3 a 6 por ciento según la
encuesta que se consulte. Quién le sigue, es motivo de debate. Algunos sondeos
ubican en segundo sitio a Meade, mientras que otros lo otorgan a Anaya,
precandidato del Frente Ciudadano.
* La representación proporcional implica que aspirantes al
Poder Legislativo pueden ocupar una curul si su partido ganó en el
respectivo distrito, aunque ellos como candidatos no hayan triunfado. La
asignación de estas diputaciones se determina mediante una fórmula matemática
específica. Esta modalidad pretende garantizar que todos los partidos estén
representados en cada distrito electora
Fuente. DW.com
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