
El organismo internacional de
crédito dio su pronóstico para la evolución económica de la región durante el
próximo año y aseguró que se logrará salir de la recesión.
Para el Banco Mundial (BM) durante este año América Latina tendrá
un crecimiento económico del 1,2% luego de un 2016 donde cayó un 1,4%. Esto se
debe a que la entidad prevé una estabilización de los precios
internacionales de la materias primas que produce la región y su gradual
recuperación.
De
acuerdo a este estudio, Panamá será el país latinoamericano de mayor crecimiento con un 5,4%,
seguido de la República Dominicana (4,5%) y Perú (4,2%). Por su parte, Argentina y Colombia crecerán un 2,7% y un 2,5% respectivamente. Dos de las principales
economías de la región, Brasil y México, también verán mejorar
su economía aunque en menor medida. El gigante sudamericano lo hará un 0,5%,
mientras que en el país azteca alcanzará un 1,8%. Asimismo, siempre según el
BM, Venezuela retrocederá un 4,3% y Ecuador un 2,9%.
A nivel mundial, el organismo
financiero pronostica un crecimiento del 2,7%, donde las "economías
avanzadas" tendrán un promedio del 1,8% y las "emergentes" de
4,2%.
Jim Yong Kim,
presidente del BM, señaló que "tras años de niveles desalentadores de
crecimiento mundial, observamos esperanzados mejores perspectivas económicas
para el futuro". Desde su perspectiva, "es el momento de aprovechar
ese impulso e incrementar las inversiones en infraestructura y en las
personas".
Esta
mirada coincide con la de los cinco mayores bancos de EE.UU. (Bank of America
Merrill Lynch, Citigroup, Goldman Sachs, JP Morgan y Morgan Stanley), que estiman una expansión económica
de 1,58% para América Latina en 2017.
Crecimiento
limitado
Consultado por RT, el
economista de la Universidad de Buenos Aires, Pablo Wahren, consideró que
"un crecimiento del 1,2%" como el que pronostica el BM "no logra
compensar la caída de 1,4% en 2016". En ese sentido, el 2017 implicará
"en algún punto un rebote de la actividad económica, pero mirando la
evolución de los dos años, no hubo crecimiento", opinó. Además, según su
mirada, "una expansión del 1,2% es muy limitada" y "difícilmente
tendrá efecto sobre, por ejemplo, el nivel de empleo".
Para el economista,
este año "va a seguir marcado por las mismas condiciones que 2016 en el
contexto internacional", donde hubo "precios de los 'commodities' más
reducidos que en años anteriores y unas tasas de interés más altas en
EE.UU.", lo cual para países que "se financian por la cuenta
financiera complica el acceso a las divisas".
Esto último tiene
consecuencias hacia el interior de lo distintos Estados, que se encuentran con
"restricciones en el sector externo, en el acceso a divisas para
garantizar el funcionamiento de la economía, limitando el crecimiento".
Por otro lado, hay
gobiernos "como Argentina y Brasil" que "han encarado políticas
de ajuste del gasto público, lo cual también ha afectado la actividad
económica". Todos estos factores "van a seguir operando, pero puede
pasar que ciertos ajustes que se dieron no se repitan y eso pueda por lo menos
no perjudicar la economía como el año pasado", concluyó Wahren.
Publicar un comentario