Hoy
en Internet ya podemos encontrar a la venta casi todo lo que se consigue en las
tiendas físicas, es decir, en el mundo offline. De hecho, un minorista virtual,
como por ejemplo Linio, tiene en venta un millón de productos diferentes,
mientras que una tienda por departamentos física llega solo a unos 25 mil.
Cinco años
atrás lastiendas virtualesno existían en el Perú y cuando
comenzaron no superaban la centena de ítems. No obstante este incremento en la
variedad de la oferta, las ventas de dicho mercado solo crecen 8% y no el 30%
que, según los actores del sector, se necesita para hacerlo despegar.
Freddy Linares, director de la Sociedad Peruana de Márketing,
explicó que son las empresas decomercio electrónicolas encargadas de generar la demanda
necesaria y derribar las grandes barreras existentes. Dichas trabas, señaló, se
pueden resumir en dos grandes grupos: la falta de confianza en el mundo digital
y el desfase temporal que hay entre la compra online y offline.
¿De
qué desfase hablamos? Básicamente de que se consigue más rápido el producto en
la calle. Por ejemplo, si en el Perú se busca un martillo en un portal
online no es como en Estados Unidos, donde llega en menos de seis horas, sino
que ofrecen traerlo en dos o cuatro días. Y si se quiere una pizza, algunos
portales la ofrecen de 60 a 90 minutos, cuando por teléfono está en menos de
media hora e incluso a pie se llega a la pizzería en 15 minutos.
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