Dios
quería que el matrimonio fuera un gran regalo de amor y seguridad. ¿Por qué es
tan difícil en la actualidad tener un matrimonio gozoso?
En el cuarto año de su
matrimonio, su segundo hijo nació con Síndrome de Down. En el año 15 los
traslados de su trabajo los llevaron a tres ciudades en cuatro meses.
En el año 28, él perdió
su trabajo de alta dirección y fue difamado y esto manchó la reputación de la
familia. En el año 46, ella sufrió una prolongada y debilitante enfermedad.
Ahora, en el año 51 de su
matrimonio, cuando Juan y María reflexionan en algunos de los momentos más
difíciles de la vida, están prestos a reconocer que una de las claves para
poder sobreponerse a ellos ha sido su sólida relación.
Todos los matrimonios
tienen sus altibajos, por supuesto, pero Juan dice mientras guiña el ojo:
“María siempre ha sido un miembro del equipo totalmente comprometido. Sabíamos
que juntos, con la ayuda de Dios, podríamos pasar por cualquier cosa”.
Sonriendo, María agrega:
“Y hemos sido siempre los mejores amigos y podíamos hablar de todo. Desde el
principio compartimos los mismos valores y la misma fe”.
Compromiso. Amistad.
Comunicación. Valores y fe compartidos. Éstas son cualidades esenciales que
hacen que el matrimonio prospere en las buenas épocas y sobreviva en los peores
momentos”.
Leyes
que funcionan
“El matrimonio es una
unión natural pero una institución divina, ordenada por Dios. Fue establecida
por el Maestro Creador en la creación y deriva su autoridad de las leyes
divinas de Dios, inmutables e invariables”. He utilizado estas palabras como
introducción a muchas ceremonias matrimoniales a lo largo de los años,
esperando afirmar en la mente de la pareja que está enfrente de mí, la seriedad
del compromiso que están haciendo con Dios.
Pero siempre espero que
sean sabios para entender que además de que la ley de Dios es la que une ese
matrimonio, ellos deben vivir por esas leyes que unen todas las buenas
relaciones. Cuando usted ve matrimonios felices, usted verá esas leyes que los
gobiernan.
¿Cuántos matrimonios
felices conoce actualmente? Aunque cada vez son más escasos, hay algunos
alrededor; y cuando los encontramos, vale la pena examinar para ver qué es lo
que hace que ellos funcionen tan bien. Juan y María están entre varias parejas
felices que entrevisté, buscando las claves que los han ayudado a tener éxito.
Estas parejas han
afrontado los desafíos comunes que los matrimonios enfrentan en la actualidad
—han encontrado el tiempo necesario para relaciones sanas, han afrontado
presiones económicas, han tenido que contrarrestar una cultura que rebaja el
compromiso y está obsesionada con la búsqueda del placer personal, etcétera.
Además, ellos han tenido que enfrentar los ataques culturales al matrimonio
tradicional que sin tregua socavan los factores claves que hacen que las
relaciones tengan éxito.
Estas parejas saben, sin
embargo, que los matrimonios no fallan —¡los humanos sí! Pero sólo porque
tantos han fallado y no han vivido de acuerdo con el ideal de Dios acerca del
matrimonio, esto no significa que sea imposible construir un matrimonio que sea
un lugar de paz, amor e inspiración.
Si bien cada pareja
identifica diferentes elementos en su relación, todos comparten la misma
positiva base de creencia: el matrimonio es un don de Dios para nosotros. Como
el sabio rey Salomón le dijera a su hijo: “El hombre que halla esposa encuentra
un tesoro, y recibe el favor del Señor” (Proverbios 18:22, Nueva Traducción
Viviente).
El tesoro en el
matrimonio es el ambiente amoroso, estable que ofrece seguridad, vínculos
emocionales para toda la vida y nutre a los hijos, que llevan todo esto a la
próxima generación y contribuyen positivamente a la sociedad.
A continuación les
daremos algunos pensamientos que nuestras parejas compartieron, porque les
ayudaron a encontrar ese tesoro.
CLAVE
#1: Tome tiempo para llegar a conocer A su posible cónyuge
Cuando les preguntamos
qué consejo les podían dar a las parejas que estaban pensando en casarse, las
parejas dieron un consejo consistente y claro: tómese el tiempo necesario para
llegar a conocer realmente y entender a la persona con la cual usted se va a
casar. Se requiere tiempo para llegar a reconocer nuestras propias debilidades
y fortalezas, y también las de su posible cónyuge.
Para David y Linda, la
compatibilidad es muy importante para un matrimonio exitoso. Después de estar
casados por un tiempo, ellos se dieron cuenta cuán importante era para ellos
esta compatibilidad. Lo resumieron así: “Es importante tomar tiempo para
conocer no sólo a la persona con la cual usted se quiere casar, sino también a
su familia y sus valores”.
Por ejemplo, nosotros
venimos de culturas diferentes y crecimos con una variedad de creencias en
cuanto a los papeles del esposo/esposa y sus responsabilidades. Muchas
diferencias no son necesariamente algo capital, pero pueden causar desgaste y
conflictos, y pueden ser factores claves para determinar qué clase de
matrimonio vamos posiblemente a desarrollar. Cuando dos personas reconocen sus
diferencias antes del matrimonio y encuentran formas mutuamente aceptables para
poder afrontar esos temas, pueden resolverlos exitosamente y evitar el
conflicto.
CLAVE
#2: entender que el matrimonio exige esfuerzo
Las parejas con las
cuales hablé también mencionaron la necesidad de tener expectativas realistas.
David y Linda notaron que cuando uno se casa con la idea de encontrar la
persona perfecta que va a satisfacer sus deseos e ilusiones es una receta para
el fracaso. Como David lo explicara: “Nadie es perfecto. No somos perfectos y
no vamos a encontrar una persona perfecta para casarnos”.
David también anotó: “El
noviazgo y el matrimonio generalmente comienzan con una gran dosis de
entusiasmo, luego uno se da cuenta de que el matrimonio exige esfuerzo. Cuando
algunas personas descubren que ese entusiasmo ha disminuido y que su relación
va a requerir más tiempo y esfuerzo del que esperaban, ellos piensan
erradamente que necesitan terminar su matrimonio y encontrar alguien nuevo. Lo
que muchos ignoran mientras están en el noviazgo es que todos los matrimonios
requieren esfuerzo, trabajo y compromiso para constantemente fortalecer y
reavivar su relación”.
Y para poder hacer
correctamente el meollo del trabajo que se requiere, tenemos que luchar contra
la influencia de nuestra era tan narcisista. No somos el centro del universo.
El mundo y todas las personas no existen solamente para hacernos felices.
Amar verdaderamente a
alguien significa que queremos servirle a la otra persona y ayudarla a ser
feliz. El amor de Dios no es egoísta. Es altruista hacia los demás.
Como Linda afirmara: “Si
en el matrimonio nos enfocamos únicamente en lo que queremos y merecemos, esto
no es saludable. En vez de esto, somos mejores cuando prometemos más y damos
más si se trata de mostrar amor a nuestro cónyuge”.
Cuando llegan los hijos,
la relación entre el esposo y la esposa enfrenta una presión extra. Cuando los
hijos tienen necesidades —que todos tienen hasta que crecen y son
autosuficientes— es fácil para el esposo y la esposa tener menos tiempo para su
relación. Desafortunadamente, algunas parejas descuidan tanto sus matrimonios
mientras están criando a los hijos que cuando éstos se van del hogar, ya no se
importan. Los divorcios son muy comunes en esta etapa de la vida.
Para evitar esta trampa,
Antonio y Sara dicen que ellos están tratando de recordar que su relación es el
fundamento de la felicidad de sus familias. Antonio dice: “aprendimos este
principio de una clase para padres que tomamos, llamada ‘Criando hijos a la
manera de Dios’. Ahora que tenemos hijos continuamos teniendo noches especiales
para salir juntos y nos preocupamos por cuidarnos de una forma especial”.
Y en cuanto a la cantidad
de tiempo que comparten entre ellos y sus hijos, Alfredo e Isabel han
encontrado un equilibrio que funciona para ellos. Si bien cada uno tiene su
propio espacio para buscar sus propios intereses individuales —Alfredo es un
entrenador y ávido jugador de voleibol, e Isabel tiene su propio negocio de
hornos para exterior— ellos creen que es especialmente importante encontrar
intereses comunes que puedan explorar y experimentar juntos. Ellos y sus dos hijas
han completado recientemente maratones de cinco kilómetros, aunque a él no le
gusta mucho correr.
Él resume su creencia de
esta forma: “Los esposos y esposas deben tener la libertad de buscar sus
propios intereses individuales, y deben también encontrar intereses para
compartir”. Isabel agregó: “Poder divertirnos juntos; ayuda a nuestra familia a
sobrevivir y prosperar”.
Salomón anotó: “Goza de
la vida con la mujer que amas, todos los días de la vida de tu vanidad que te
son dados debajo del sol, todos los días de tu vanidad; porque esta es tu parte
en la vida, y en tu trabajo con que te afanas debajo del sol” (Eclesiastés
9:9).
CLAVE
#3: desarrollar buenas habilidades de comunicación
La forma en que un esposo
y esposa afrontan un conflicto es un buen indicador de la fortaleza de su
matrimonio.
Ya que cada persona es
única, inevitablemente surgen las diferencias de opinión. Las familias felices
son generalmente aquellas en las que el esposo y la esposa han aprendido a
comunicar de una manera respetuosa sus diferencias y encuentran soluciones
mutuamente aceptables.
Si bien nos puede parecer
tentador evitar una discusión que puede tener grandes connotaciones
emocionales, las parejas que valoran su relación tendrán de todas formas la
discusión. Como David y Linda dijeron: “No se vayan a la cama furiosos.
Háblenlo”.
Desde el principio de su
matrimonio, ellos pusieron en práctica lo que dice Efesios 4:26: “Airaos, pero
no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo” —sin permitir que la ira
quedara enterrada y se enconara. El autocontrol emocional es necesario para
tener una conversación productiva.
Las parejas que pueden
trabajar exitosamente con sus problemas generalmente ponen en práctica unas
pautas sencillas que les permiten comunicarse de tal forma que obtienen buenos
resultados. Sus sugerencias fueron:
·
Invierta más tiempo tratando de entender el punto de vista de su cónyuge
que explicando el suyo.
·
Tenga una mente abierta, dándose cuenta que hay más de una forma de ver y
resolver los problemas que la que usted ve.
·
Esté dispuesto a ceder en lo que sea la mejor solución para su relación y
su familia. Hacer esto envía un mensaje contundente de que usted realmente ama
a la otra persona y le importa su relación.
·
Tenga sentido del humor y no se tome demasiado en serio. Algunas personas
descubren que tener momentos superficiales en medio de conversaciones serias,
puede ayudar a disminuir un poco la tensión. Algunas veces “ridiculizar”,
llevar algo hasta un extremo ridículo —o alguna otra cosa que les parezca divertido
a ambos, puede ayudarlos a mantener el tema con la perspectiva correcta.
Cuando uno de los
cónyuges ha tenido un mal día o está desanimado, un cónyuge amoroso que ofrece
un punto de vista diferente o anima a hacer lo que es correcto, puede ser un gran
apoyo.
Los esposos y esposas que
se comunican con verdadero interés, crean un ambiente positivo en el cual sus
hijos pueden aprender e imitar la misma conducta. Varios mencionaron que las
cenas especiales familiares eran momentos en los cuales se discutían los temas
pendientes.
Hebreos 10:24 nos
aconseja: “Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las
buenas obras”. Las facilidades para la buena comunicación nos ayudan a cumplir
esta instrucción de Dios.
Construyendo
su matrimonio
Fácilmente, podríamos
incluir varias claves adicionales para los matrimonios felices —tales como
fijar y llevar a cabo metas familiares y recordar que debemos apartar un tiempo
para el romance— pero estos principios son un buen comienzo. Poner en práctica
estos conceptos pueden ayudarlos a desarrollar y mantener un matrimonio feliz.
A medida que su vida
avanza, tenga en mente la sagaz observación del rey Salomón: “Si el Eterno no
edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican” (Salmo 127:1). Buscar
a Dios, su sabiduría y su guía —haciendo de Él el constructor de su matrimonio
y su familia— asegura que podamos practicar estos consejos. Cada persona y cada
matrimonio y familia son únicos, pero Dios nos puede dar su guía y dirección,
que funciona para todos.
Fuente. Vidaesperanzayverdad.org,
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