Nos guste o no, actualmente los niños están
creciendo en un mundo cada vez más digitalizado e inalámbrico. Los teléfonos
inteligentes, tabletas, computadoras, lectores de libros electrónicos, MP3s,
consolas de videojuegos y otros instrumentos electrónicos se han convertido en
una parte integral de sus vidas, y las nuestras. Además, también tenemos la
“antigua tecnología” tal como la televisión, la cual tanto jóvenes como
ancianos todavía usan.
Y todo esto no es
algo necesariamente malo. El internet, las aplicaciones de la computadora, los
videojuegos interactivos y los programas de televisión pueden ser todos una
excelente fuente de educación y entretenimiento para los niños. Las tecnologías
de la comunicación tales como Skype, cámaras web, correo electrónico, Instagram
y Facebook, pueden realmente aumentar las relaciones y ayudar a los niños a
mantenerse en contacto con las personas para quienes ellos son importantes —por
ejemplo cuando los abuelos u otros familiares viven lejos.
Con equilibrio, la
tecnología es útil. El problema es que muchos niños en la actualidad han ido
más allá de un uso moderado de los dispositivos electrónicos.
Peligros digitales
Un estudio de la
fundación de la familia Kaiser encontró que, en promedio, los niños entre los
ocho y los 18 años de edad, invierten prácticamente cada momento en que están
despiertos y no están en la escuela involucrados en alguna clase de medios de
entretenimiento —la increíble suma de siete horas y media al día. De alguna
forma, en medio de todo esto los adolescentes además encuentran tiempo para
textear. Según las estadísticas de Nielsen, los adolescentes envían y reciben
aproximadamente 3.700 textos por mes, o alrededor de 125 cada día.
Para ser justos,
con frecuencia los padres están tan absorbidos por la tecnología como sus
hijos, lo cual sólo logra empeorar las cosas.
Según la sicóloga de Arizona, Lisa Strohman,
J.D., Ph.D., directora del Centro de Tecnología del Bienestar y autora de Unplug:
Raising Kids in a Technology Addicted World [Desconectar: cómo criar hijos en un
mundo adicto a la tecnología]: “No queda mucho tiempo para que los miembros de
una familia puedan hablar entre sí porque están consumidos por los dispositivos
de entretenimiento. Aunque los miembros de la familia están en el mismo cuarto,
juntos, con frecuencia cada uno está ante su propia pantalla y no está
realmente presente para los demás”.
También hay otras
cosas que ocurren. Muchos creen que los dispositivos de comunicación pueden
entorpecer las relaciones cuando se usan demasiado. Según la sicóloga de
Wisconsin, Melissa Westendorf, J.D., Ph.D., cofundadora del Centro de
Tecnología del Bienestar: “Cuando los niños gastan más tiempo en las redes
sociales y en textear, en lugar de hablar con otros cara a cara, sus
habilidades verbales e interpersonales tienden a verse afectadas”.
Si esto no fuera
suficiente para preocuparse, el uso excesivo de los medios de comunicación ha
sido asociado con desórdenes físicos y de conducta, tales como obesidad,
miopía, ansiedad, insomnio y desorden de déficit de atención, todos los cuales
se están incrementando en los niños.
Por supuesto, el
problema no es sólo con demasiado tiempo ante la pantalla, sino con aquello a
lo que los niños están expuestos. Muchos de los medios más populares bombardean
a los niños con mensajes que promueven la promiscuidad sexual y la violencia,
descarriando las mentes jóvenes.
El internet está
lleno de sitios pornográficos y videos con calificación XXX que cualquier
persona puede ver. Con demasiada frecuencia, los niños son quienes visitan
estos sitios. El procurador de la Comisión General de Pornografía informó que
los jóvenes entre los 12 y los 17 años conforman el grupo que ve más
pornografía en internet.
Tener presencia en
la red también puede exponer a los niños a peligros tales como acoso
cibernético y depredadores sexuales. Además, está el “sexting”, enviar textos
sexuales explícitos o fotos. Un informe de la Universidad de Drexel en 2014,
encontró que 54 por ciento de los adolescentes norteamericanos había enviado o
recibido textos con contenido sexual.
Guía de los padres
Finalmente, son
los padres quienes deben enseñarles a sus hijos a usar sabiamente la
tecnología. La Biblia dice: “Hacedlo todo para la gloria de Dios” (1 Corintios
10:31). Al vivir en el siglo XXI, esto también incluye la forma en que usamos
nuestros dispositivos digitales.
A continuación les
daremos 10 estrategias para guiar a sus hijos a usar la tecnología en una forma
que no sólo los mantenga seguros, sino que además agrade a Dios. Usted puede
hacer los ajustes necesarios según la edad y la integridad de sus hijos.
1. Establezca reglas familiares para el uso de
la tecnología.
La Biblia instruye
a los padres que deben enseñar y entrenar a sus hijos (Deuteronomio 6:7), lo
cual incluye fijar límites. Las reglas de la tecnología para su familia deben
decir cuánto tiempo les va a permitir a sus hijos que dediquen a la tecnología
cada día; cuándo en el día o en el fin de semana, cuál es la tecnología que
está fuera de los límites, y qué clase de programación, juegos, aplicaciones y
sitios en la red, pueden sus hijos usar y cuáles no.
Algunos ejemplos
para tener en cuenta: no se permite la televisión, iPods, iPads o celulares
durante el tiempo de estudio y labores escolares. Los juegos electrónicos no se
deben usar más de una hora al día. No descargar nada sin permiso. Sólo se
permite una hora de televisión al día. No se permite el uso de dispositivos
digitales durante las comidas.
Idealmente, dice
la Dra. Strohman, “fije estas reglas cuando sus hijos están pequeños y se
sentirán menos tentados de probar y quedarse atrapados en el sistema. Pero si
usted ya tiene adolescentes, no es demasiado tarde para establecer esta clase
de guías. Usted sólo necesita sentarse con ellos y decirles lo que va a
implementar en un nuevo programa familiar. Tal vez se sientan incómodos, pero
usted sigue siendo el padre”.
2. Hable con sus hijos acerca de los posibles efectos
dañinos de varias tecnologías.
Dígales
porqué no es saludable ver demasiada televisión o estar constantemente
conectado a la tecnología. Enséñeles principios bíblicos para ayudarles a
entender por qué ciertos juegos de computadora, sitios en la red o películas,
no son apropiados.
Hable de los
peligros potenciales de los depredadores en línea o el acoso cibernético.
Hágales entender que están dejando una huella digital, así que no deberían
decir en medios electrónicos nada que no quieran que quede registrado
públicamente durante mucho tiempo. Esto incluye una explicación del por qué no
está bien enviar o recibir textos con contenido sexual.
3. No permita medios electrónicos en los cuartos ni
en otras áreas aisladas.
Mantenga las
televisiones y dispositivos con acceso a internet en la sala de estar en su
casa (o el cuarto donde se reúne la familia), para que usted pueda ver lo que
sus hijos están viendo y haciendo, y pueda darse cuenta de cuánto tiempo están
invirtiendo en eso.
La Dra. Strohman
aconseja: “Antes de irse a la cama cada noche, sus hijos deberían depositar sus
dispositivos portátiles —iPads, iPods y teléfonos inteligentes— en su cuarto,
tal vez enchufados para recargarse. De esta forma sus hijos no se verán
tentados a utilizar estos dispositivos cuando deberían estar durmiendo”.
4. Utilice controles parenterales.
Instale un
software que sea un filtro en sus computadoras, teléfonos inteligentes y
sistemas de juegos. O fije sus controles parenterales por medio del servicio de
internet, televisión por cable, proveedor satelital o buscador de web (Internet
Explorer, Firefox, Safari, Google Chrome, etcétera). Estos filtros le permiten
restringir el acceso de sus hijos a ciertos programas de televisión, películas,
juegos y sitios en la red, e impedirá que ellos usen estos medios en ciertos
momentos del día o por más tiempo del que usted les permita.
5. Vea la televisión y las películas con sus hijos.
No permita que
vean televisión solos por mantenerlos ocupados. Si ellos tienen una hora de
televisión, si le fuera posible, véala con ellos. Al final del programa, hable
con sus hijos acerca de lo que acaban de ver: ¿hay lecciones morales que
podemos entresacar? ¿Qué clase de debilidades y fortalezas tenían los
personajes? ¿Reflejan sus acciones buenos valores?
Si surge algo
discutible durante el programa, no sea tímido al ofrecer sus comentarios. Ver
el programa con ellos, puede ser una forma efectiva de filtrar la clase de
ideas que entran a su hogar y estar alerta ante lo que sus hijos están
expuestos.
6. Monitoree el celular de sus hijos y la
actividad en línea.
Familiarícese con
sus aplicaciones y sitios favoritos en la red. Si sus hijos tienen cuentas en
las redes sociales, tenga su propio perfil y sea amigo de ellos para poder ver
lo que postean. Algunos expertos sugieren que se debe instalar un software para
poder rastrear la actividad de sus hijos en internet.
Algunos de estos
pasos pueden sonar muy drásticos, pero usted no tiene que hacerlo de una manera
furtiva. Usted puede hacerlo abiertamente. Usted necesita saber lo que sus
hijos están diciendo y viendo en línea para poder protegerlos.
7. Anime a sus hijos a desarrollar verdaderas
amistades, no sólo conexiones de redes sociales.
No permita que el
contacto digital de sus hijos se convierta en un sustituto para el contacto
personal. Esto es importante, dice la Dra. Westendorf, porque “los vínculos
emocionales y la empatía que se desarrolla con otros, se forman mejor en los
encuentros cara a cara que en una pantalla de computadora. Los niños necesitan
experimentar contactos físicos reales, escuchar voces reales y ver los rostros
reales de las personas”.
8. Haga que sus hijos se involucren en actividades no
digitales.
Aparte un tiempo
cada semana para hacer algo como familia sin los celulares y sin otros
dispositivos electrónicos. Planee un juego interactivo, juegue un partido de
futbol o dé un paseo en bicicleta, desarrolle un entretenimiento familiar tal
como hacer artesanías, cocinar, jugar bolos, etcétera, o planee una salida
familiar (al zoológico, museo, cancha, parque, senderos ecológicos, centros de
recreación comunal, etcétera). Anime a sus hijos para que participen en
deportes, clubes, actividades en la iglesia o programas de voluntarios, para
llevar su atención a algo más que los dispositivos electrónicos.
9. Dé un buen ejemplo de cómo usar la tecnología
según Dios.
Sus hijos van a
notar su ejemplo. Si usted no quiere que ellos vean películas violentas, que se
pasen horas cada noche buscando algo sin sentido en internet o usen sus
celulares en la mesa, usted tampoco debe hacer nada de esto.
La Dra. Westendorf
dice: “Pero si usted hace las mismas cosas que le dice a sus hijos que deben
hacer, es más fácil que ellos se sometan y lo sigan”.
10. Conozca las señales de alarma.
Es probable que
sus hijos estén haciendo un mal uso de la tecnología si:
·
Apagan rápidamente la computadora cuando usted entra al
cuarto.
·
Se agitan o enfurecen cuando usted limita el tiempo en
que están conectados.
·
Prefieren pasar el tiempo conectados en vez de estar con
la familia o los amigos.
·
Se meten a la computadora a escondidas cuando están
solos.
·
Pierden interés en las actividades que no involucran
tecnología o están preocupados por volver a la computadora cuando están lejos
de ella.
Si usted observa
cualquiera de estas conductas, tal vez necesite remover toda la tecnología de
su hogar y buscar ayuda de su ministro, su consejero familiar u otro
profesional.
Para resumir, los
medios de comunicación digitales, como muchas otras cosas en la vida, no son
buenos o malos en sí, sino que pueden ser bien o mal utilizados. Es la labor de
los padres ayudarle a los hijos a tomar las decisiones correctas para que
puedan disfrutar de los beneficios que la tecnología les puede ofrecer, y a la
vez eviten las trampas de la tecnología que pueden dañar sus relaciones
interpersonales y su salud.
Fuente: vidaesperanzayverdad.org
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