2-(Salmo 19:4-6). El salmista alude al Sol en lenguaje
figurado asemejándolo a “un hombre poderoso” que recorre el horizonte de un
extremo a otro durante el día y se retira a pasar la noche en “una tienda”.
Cuando el astro rey desaparece en el horizonte, desde la óptica terrestre
parece que entra en “una tienda” para descansar. Por la mañana, resurge
radiante “como un novio cuando sale de su cámara nupcial”. De una extremidad de
los cielos es la salida de este, y su circuito terminado alcanza hasta las
otras extremidades de ellos; y nada hay que se oculte de su calor. El Sol
figura entre las estrellas de tamaño mediano; no obstante, es un astro
excepcional que hace parecer pequeños a los planetas que giran en torno a él.
El Sol no está cansado de “viajar” de este a oeste, sino que es como “un hombre
poderoso”, listo para volver a iniciar el recorrido. (Salmo 19:7-11).
3- (Salmo 19:12, 13). Debemos tener mucho cuidado a
fin de no pecar cometiendo equivocaciones o actos insolentes.
4-(Salmo 19:14). ¿Qué lección nos enseña este
versículo? Que es necesario prestar atención no solo a lo que hacemos, sino
también a lo que decimos y pensamos.
5-(Salmo 21:4). A fin de que se cumpla esta promesa
tendría que ser posible la resurrección de los muertos.
6-(Salmo 22:1-4). ¿Por qué pensó David que Jehová lo
había abandonado? Igual que Jesús cuando estaba en el madero, es posible que
creyera que Jehová lo había abandonado (Mateo 27:46). Sus palabras manifiestan
la reacción humana natural en una situación desesperada. Las palabras que
exclamó Cristo cumplieron este Salmo. ¿En qué sentido abandonó Jehová a Jesús
en manos de sus enemigos? Lo hizo al retirarle su protección para que pudiera
ser puesto a prueba hasta el límite. Jesús nunca perdió la fe en su Padre
celestial.
7-(Salmo 22:7, 8). Mateo 27:39-43 muestra que tal como
predijo David, Cristo sufrió las mofas de la gente cuando estaba clavado en el
madero. El relato de Mateo dice: “Los que pasaban hablaban injuriosamente de
él, meneando la cabeza y diciendo: ‘ supuesto derribador del templo y
edificador de él en tres días, sálvate! Si eres hijo de Dios, ¡baja del
madero!’. También, los sacerdotes principales junto con los escribas y ancianos
empezaron a burlarse de él y decir: ‘¡A otros salvó; a sí mismo no se puede
salvar! [...]que baje ahora del madero de tormento y creeremos en él. Ha puesto
en Dios su confianza; que Él lo libre ahora si le quiere". Jesús soportó
con dignidad todos estos insultos. ¡Qué gran ejemplo para nosotros!
8-(Salmo 22:14). David soportaba tanta presión debido
a sus enemigos que su ‘corazón se había hecho como cera y se había derretido
muy dentro de sus entrañas.
(Salmo 22:18). ¿Cómo se cumplieron estas palabras en Cristo? “Cuando [los soldados romanos] lo hubieron fijado en el madero, repartieron sus prendas de vestir exteriores echando suertes.” (Mat. 27:35; léa Juan 19:23, 24.)
(Salmo 22:18). ¿Cómo se cumplieron estas palabras en Cristo? “Cuando [los soldados romanos] lo hubieron fijado en el madero, repartieron sus prendas de vestir exteriores echando suertes.” (Mat. 27:35; léa Juan 19:23, 24.)
9-(Salmo 23:1-3). El pastor competente sabe encontrar
tanto agua como buen pasto para su rebaño. La vida de sus ovejas depende de que
él conozca bien la zona en la que está. David, que pasó muchos años cuidando
ovejas en las montañas de Judá, comparó la dirección espiritual de Dios a la de
un pastor que lleva a su rebaño donde hay verdes pastos y agua vivificante.
Jehová utilizó una ilustración semejante mediante el profeta Ezequiel. Prometió
recoger a su pueblo de las tierras a las que habían sido esparcidos, tal como
un pastor reúne a sus ovejas. (Ezequiel 34:13.)
10-(Salmo 23:2). Una parte fundamental de la labor del
pastor es abrevar el rebaño. En las calurosas tierras bíblicas, las ovejas han
de beber agua todos los días. Para ello, El pastor a veces extrae agua de un
pozo y la vierte en el abrevadero (Génesis 29:1-3). Sin embargo, especialmente
en la estación lluviosa, las inmediaciones de los arroyos y riachuelos ofrecen
tranquilos “descansaderos donde abunda el agua”.
11- (Salmo 23:5). En este verso, David describe a su
Pastor como un anfitrión generoso que suministra alimento y bebida en gran
cantidad. No hay contradicción entre las dos imágenes, la del tierno pastor y
la del anfitrión generoso.
12- (Salmo 23:6). Estas palabras brotan de un corazón
lleno de gratitud y fe: gratitud al evocar el pasado y fe al mirar hacia el
futuro. El ex pastor se siente seguro sabiendo que mientras esté cerca de su
Pastor celestial, tan cerca como si morara en Su casa, siempre gozará de su
protección amorosa.
13- (Salmo 25:14). Jehová nos invita a acercarnos a
él, dado que está dispuesto a aceptarnos. Al mismo tiempo, promete que si damos
los pasos necesarios para aproximarnos a él, actuará en correspondencia y se
acercará a nosotros. De esta forma obtendremos algo sumamente valioso: “la
intimidad con Jehová”. El término hebreo traducido por “intimidad” transmite la
idea de conversación confidencial entre dos buenos amigos.
¿Qué me enseña sobre Jehová la lectura bíblica de esta
semana?
Jehová Dios también tiene mucho interés en darnos agua espiritual. El libro de Revelación (Apocalipsis) describe “un río de agua de vida” que fluye desde su trono (Revelación 22:1).
Jehová Dios también tiene mucho interés en darnos agua espiritual. El libro de Revelación (Apocalipsis) describe “un río de agua de vida” que fluye desde su trono (Revelación 22:1).
¿Qué ideas de la lectura bíblica de esta
semana pueden servirme en la predicación?
A todo el mundo se extiende la invitación para que" venga y beba de este río". Esta simbólica agua de vida representa las provisiones de Dios para la vida eterna, mediante Jesús. Cualquiera puede empezar a beber de ella ‘adquiriendo conocimiento del único Dios verdadero y de aquel a quien él envió, Jesucristo’ (Juan 17:3).
A todo el mundo se extiende la invitación para que" venga y beba de este río". Esta simbólica agua de vida representa las provisiones de Dios para la vida eterna, mediante Jesús. Cualquiera puede empezar a beber de ella ‘adquiriendo conocimiento del único Dios verdadero y de aquel a quien él envió, Jesucristo’ (Juan 17:3).
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