A veces
es más fácil escoger ciertas cosas porque parecen lo lógico o lo más
conveniente. Pero la facilidad puede tener sus consecuencias. Hay personas que
deciden escoger lo fácil, y al principio todo les resulta
maravilloso; pero no todo lo fácil resulta lo mejor.
Todo me es lícito, mas no todo conviene: todo me es lícito, mas no todo
edifica. 1 Corintios 10:23
(NTV)
Escogemos en quién confiamos, en aquello en lo cual invertimos,
cómo distribuimos nuestro tiempo. Todo eso lo podemos
seleccionar, escoger y debemos ver cada día como una oportunidad.
Podemos escoger vivir en fe y en agradecimiento, buscando a Dios. Mas, tenemos
libertad de escoger lo contrario.
No te conformes
Y aunque no se trata de escoger ser perfectos, tampoco se trata
de querer ser imperfectos o conformarnos. Ninguno somos perfectos.
Pero sí tenemos que continuar tratando de ser lo mejor que podemos. Sabiendo
además, que Dios no nos va a soltar hasta lograr de nosotros lo que Él quiere.
Y estoy seguro de que Dios, quien comenzó la buena obra en ustedes, la
continuará hasta que quede completamente terminada el día que Cristo Jesús
vuelva. Filipenses 1:6
A veces el camino parece difícil pero nos lleva a ser mejores
No olvidemos que para Dios, somos obras maestras en elaboración.
A veces necesitamos ser refinados como el oro, con fuego. A veces
necesitamos ser purificados como diamantes transportados a través de la lava
fundida a la superficie para convertirnos en las joyas pr1eciosas en las que
Dios nos transforma.
Pero si lo aguantamos, si perduramos, si persistimos y pasamos
las pruebas, seremos transformados en esas piezas preciosas. No siempre es el
camino más fácil, el de confiar y tener fe, no siempre es el más cómodo el
que nos lleva a ser una obra maestra de Dios. Pero sí nos toca escoger.
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