Según el cronograma de la SUNAT para convertirse en emisor
electrónico, el 1 de enero es la fecha límite para que todas las empresas
consideradas como Principales Contribuyentes, así como las que son agentes de
retención y percepción del IGV, empiecen con la emisión electrónica.
Como parte de su plan de digitalización, la Sunat está
promoviendo un cambio paulatino con la finalidad de masificar la facturación
electrónica.
Para el 2018 hay más de 90,000 empresas exigidas en convertirse
en emisores electrónicos, divididos en diferentes grupos de obligados con
fechas límites (enero, mayo, agosto y noviembre).
Además de todas las empresas que a finales de este año presenten
ingresos de 150 UIT o más, así como todas las nuevas empresas que se formen.
Modernización
Según Kenneth Bengtsson, gerente general de Efact, es necesario
considerar la importancia de la modernización en los negocios, dejando el uso
del papel e ingresando a la era digital.
“Es natural que haya un proceso de transición en el uso de la
facturación electrónica. Hay que considerar que la modernización del país trae
muchos beneficios, por ello es necesario empezar con la misma ya”
enfatizó.
Bengtsson agregó que no solo las iniciativas se han dado
generando las listas de obligados, sino que hoy existen sanciones para aquellas
empresas que teniendo la calidad de emisores electrónicos emitan comprobantes
de pago impresos.
“Aquel adquiriente que acepte una factura física de su
proveedor, y éste tenga calidad de emisor electrónico, no podrá hacer uso de
dicho comprobante ya que no tendrá validez tributaria”, indicó Bengtsson.
Invalidez
Según el informe N.°053-2017-SUNAT/7T0000, si una empresa designada
como emisor electrónico emite un comprobante de pago en formato impreso para
una operación por la que está obligado a emitir un comprobante electrónico,
dicho documento no tendrá validez, salvo que dicho incumplimiento se origine en
un evento no imputable al contribuyente.
Precisó además, que existen más sanciones para aquellas empresas
que emitan comprobantes impresos siendo emisores electrónicos, las cuales van
desde el pago de una multa hasta el cierre temporal del negocio.
Operadores
Para aquellos que aún no han empezado con la migración al
sistema de facturación electrónica, indicó Bengtsson, existen actualmente dos
sistemas para la emisión de los comprobantes de pago, una de envío directo a la
Sunat y la otra por medio de un Operador de Servicios Electrónicos.
Éstos últimos facultados por el ente regulador para realizar la
comprobación material de los mismos. (http://www.sunat.gob.pe/padronesnotificaciones/OSE01122017.pdf)
“Sea cualquiera el sistema que se utilice, recomienda que las
empresas busquen un proveedor autorizado por la Sunat para brindar el servicio
de facturación electrónica”.
Mencionó que deben considerar que este proveedor les brinde una
solución que sea capaz de llegar y atender a todos, tanto emisor como
adquiriente, así como contar con experiencia en el lenguaje de facturación
electrónica OASIS UBL (ISO/IEC 19845), cumpliendo con todas las normas exigidas
por la Sunat.
Además, que ofrezca productos a la medida de cada empresa y de
las necesidades que tengan; que no obliguen a gastar en la adquisición de
equipo adicional para la implementación, como software o servidores; y que dé
soporte y confianza de que el proceso de transición e implementación de la
facturación electrónica sea seguro y sencillo.
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