Por el esfuerzo y el amor que dedicaron cada una de las mujeres cristianas a compartir el Evangelio, enseñar en las Sagradas Escrituras y apoyar en su labor con base bíblica, a todas ustedes, ¡Feliz Día mujer cristiana!
A todas las mujeres que impregnaron el amor y el Evangelio a todos los
miembros de su familia. A todas aquellas que no les importó pasar hambre por
darles de comer a sus hijos. A aquellas que los hijos llamaron “malvada”, por
disciplinarlos y educarlos bajo una buena moral.
A todas las mujeres, que pasaron horas de rodillas, intercediendo por los
más necesitados. A aquellas mujeres valerosas que defendieron y dieron su vida
por predicar en zonas peligrosas, llenas de muerte y persecución.
Seas madre, hermana, hija, esposa, o tengas la dicha de tener a alguna de
ellas, recuerda que con dulzura y poder, las mujeres encontraron miles de
formas de irradiar en el mundo. Porque no solo son rostros bellos llenos de
ternura, sino que también tienen la fuerza de mil leones y la sabiduría que
Dios les ha dado.
Porque el amor que tiene la mujer trasciende toda barrera. Es ayuda idónea
para el esposo. Es mano amiga para el hermano. Es el hombro de apoyo para la
madre y, es voz dulce y ejemplar para el hijo. En este 08 de marzo, le
recordamos a todas nuestras lectoras que son valiosas ante los ojos de nuestro
Señor Jesucristo y un ejemplo a seguir.
Fuente: Impacto Evangelístico.
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