Así que ¿Quién tiene el control de tu vida, la sociedad, tu familia, tus
amigos, tu pareja? Puedes creer que eres tú mismo, pero esto se reflejará en
las decisiones que tomes y bajo quién están influenciadas.
¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no
hacéis lo que yo digo? Lucas 6:46
La realidad es que así como no nos conviene que otros gobiernen nuestra
vida, tampoco es bueno que nosotros mismos seamos los gobernantes. Dios nos
dice: ¿Por qué me llamas, Señor, Señor y no haces lo que te digo?” Con mucha
frecuencia hacemos lo que queremos hacer aunque este mal y no hacemos lo que Él
dice; queremos vencerlo y luchamos para que al final se haga lo que deseamos.
Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un
hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y
vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó,
porque estaba fundada sobre la roca.
Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un
hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y
vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y
cayó, y fue grande su ruina. Mateo 7:24-27
Es posible que en estos momentos te encuentres en ruina porque no has
dejado que sea Dios quien administre tu vida. Tal vez estas a punto de caer,
desanimado o sin saber qué hacer, pero no es tarde para comenzar de nuevo y
entregar a Dios el control. Te invito a edificar tu casa sobre la roca, y para
eso, deja de hacer lo que tú quieres o lo que otros quieren, y empieza a hacer
lo que Dios te pide.
¡Te aseguro que con Él todo estará bajo control!
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