Gozar
de una buena autoestima significa que estás contenta contigo misma y que crees que mereces disfrutar de todas las bendiciones otorgadas por Dios. Tener
una autoestima saludable es vital porque ejerce una gran influencia en casi
todos los aspectos de la vida. Esto incluye tus relaciones con los demás,
tu grado de confianza en ti misma, tu felicidad, tu paz interior, el
establecimiento de metas, tus sueños y tus éxitos.
El proceso de elevar la autoestima se fundamenta en modificar la opinión que
tienes de ti y aprender a contrarrestar el efecto de falsas creencias sobre tu
mente y tu cuerpo. Al lograrlo, tendrás una mayor seguridad, satisfacción, una
autoimagen renovada y te convertirás en una versión de ti misma infinitamente
mejorada y más gozosa.
Te invito a reflexionar y poner en acción estos consejos para elevar tu
autoestima:
1. Acéptate tal como eres. Si comienzas a
sentirte bien con la persona que eres hoy te validarás y te valorarás.
Esto implica que evites la crítica a ti misma y disfrutes de todo lo que posees
a nivel mental, físico y espiritual, que te encanta.
2. Mejora el concepto acerca de lo que
mereces.
Esta es la principal razón por la que las personas que poseen un alto concepto
de sí mismas reciben respeto, colaboración, amistad, buen trato y amistad de
los demás. Y de ahí que personas con bajo nivel de autoestima suelen verse
envueltas en situaciones incómodas, desagradables y hasta sufriendo abusos y
maltratos. Te exhorto a que te hables a ti misma y te digas: “Mi valía como
hija amada de Dios me da derecho a disfrutar de lo mejor”.
3. Antepón tu opinión de ti misma, a la
de los demás. Por lo general, tendemos
a sobrevalorar la opinión de otras personas. Mucha gente cree que las
afirmaciones de otros fueran muy certeras y bien importantes. Debe
quedarte claro que, en la mayoría de los casos, las ideas que se hagan los
demás sobre ti, serán inexactas o incompletas. Otros, usualmente critican y
juzgan en la medida en que se criticarían y se juzgarían a sí mismos en
similares circunstancias.
4. No
te compares con nadie. Recuerda
que Dios te ha creado única y especial. Tus destrezas, habilidades y
fortalezas no tienen comparación.
5. Centra tu atención en las cualidades
positivas. Si te acostumbras a
dirigir tu atención hacia tus cualidades, por encima de tus áreas de
oportunidad, podrás comprobar la forma en que cada vez de forma más contundente
irán ganando terreno. Mientras más pienses en los aspectos fabulosos de
tu ser, mas irán cobrando importancia.
Escrito por la Dra. Lis Milland, autora del libro Vive libre, vive feliz. Publicado por Casa
Creación.
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