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La compañía Servicios Aéreos de los Andes (Andes Air) se alista para recibir en marzo próximo una nave Bell505, con la que proyecta diversificar sus operaciones hacia el sector turismo.

Así lo informa en entrevista con Día1 su gerente general, Carlos Augusto Dammert, quien indica que la nave ha sido adquirida en alianza con el representante del fabricante global de helicópteros Bell en el Perú.
Según precisó, el vehículo cuenta con vista panorámica y espacio para 4 personas y está destinado a sobrevolar las líneas de Nasca y los sitios turísticos del Valle Sagrado. Sobre Machu Picchu, apunta que no está permitido volar sobre el santuario por la contaminación sonora.
Como parte del plan de diversificación, Andes proyecta asimismo introducir al mercado peruano el servicio de taxi aéreo para ejecutivos extranjeros, desde el aeropuerto internacional Jorge Chávez a San Isidro. Al respecto, informa que planean decolar desde un terreno aledaño al aeropuerto a fin de evitar las colas de aviones.
“El único inconveniente del desarrollo del taxi aéreo es la infraestructura. En Lima hay solo 7 helipuertos autorizados y habilitados por la autoridad. Esto restringe el desarrollo masivo”, dice Dammert. El ejecutivo calcula que con dos operadores el servicio se dinamizará.
Para poner en marcha ambos servicios, la empresa está a la espera de los cambios regulatorios que prepara la Dirección General de Aeronáutica Civil del MTC, con el objetivo de promover el uso turístico del helicóptero en las líneas de Nasca y de taxi-aéreo en Lima. Día1 consultó al respecto a la DGAC, pero hasta el cierre de edición no obtuvo respuesta.
MEJORES PERSPECTIVAS
La caída del precio del barril de petróleo y el congelamiento de los proyectos de inversión en el sector hidrocarburífero y minero ha repercutido negativamente en la facturación del sector. De allí el interés de Andes de avanzar hacia nuevos segmentos.
En efecto, la terminación del contrato para la construcción del Gasoducto Sur Peruano no solo ha eliminado esa fuente de demanda para la empresa, sino también ha afectado sus cuentas, ya que el consorcio le debe US$500 mil como resultado de la aplicación del decreto de urgencia 003, revela Dammert.
“El caso de Andes es una muestra de lo que están sufriendo los proveedores de Odebrecht en relación a los diversos proyectos. Eso es algo que tiene que resolver el Gobierno”, dice.

El ejecutivo espera que el 2018 sea un año de recuperación gracias a una mayor adopción de sus servicios por el sector minero. Además, este rubro y el de hidrocarburos aumentaría sus inversiones gracias al aumento de los precios de los commodities.
Fuente: elcomercio.pe    

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