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Esto ante las constantes revisiones que efectúan las autoridades del sector a solicitud cada vez más frecuente de las organizaciones sindicales, de la legalidad del contenido de los reglamentos internos de trabajo vinculado al uso de los correos electrónicos corporativos, al tiempo que emplean los trabajadores para cambiarse de uniforme, al uso del término “colaborador” y a la regulación de la jornada y horario de trabajo, revela un informe jurídico de Pwc.

Conforme con este documento, las empresas no pueden fijar en sus reglamentos internos de trabajo que tienen la posibilidad de revisar el uso correcto del correo corporativo por parte del personal, atendiendo a que ellas son propietarias de esa herramienta tecnológica.

Hacerlo constituiría establecer una directriz contraria al ordenamiento jurídico y, por tanto, una disposición inválida para la autoridad laboral, sostuvo el director del área laboral de Pwc, Percy Alache.

Reglamentos internos

Tampoco los empleadores podrán estipular en los respectivos reglamentos internos, aspectos como que el tiempo que emplean los trabajadores para el cambio de uniforme, ya sea antes o después de la jornada laboral, no constituye tiempo efectivo de trabajo y que –por consiguiente– no puede ser considerado para efectos de posibles pagos de horas extras.

Este lapso, señala el informe, debe ser considerado como tiempo efectivo de trabajo, tal como lo advierten las autoridades laborales.

Con cierta frecuencia, asimismo, los reglamentos internos de trabajo se refieren al personal con el término “colaboradores”. Pues bien, dicho término deberá ser cambiado por el de “trabajadores”, tal como lo indican las autoridades laborales, especifica el documento de Pwc.

Por último, el informe precisa que en todo reglamento interno de trabajo debe figurar la jornada y horario de labores de todo el personal, el cual también podría agregarse en los roles, cronogramas y programaciones internas de las empresas.

Monitoreos frecuentes

A criterio de Percy Alache, director de Pwc, es importante que las empresas efectúen de manera preventiva monitoreos frecuentes de sus reglamentos y códigos aplicables a su personal.

Toda vez que con más frecuencia los sindicatos observan disposiciones que pueden ser controvertidas. Como hay discrecionalidad para que las empresas regulen sus lineamientos internos a veces fijan disposiciones contrarias a la ley o que pueden interpretarse contra los trabajadores, indicó.
Fuente: .elperuano.com.

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